Título del fanfic: They know.
Parejas: EunHae.
Tipo: Oneshot
Género: fluff.
Clasificación: G.
Advertencias: Nada, creo.
Declaimer: Shupa Yuniah es una importante boygroupe SM, desafortunadamente estos hermosos-pasivos no son míos y no me queda más que fantasear ;a; .
Comentario del autor/a: Asdf; estoy intentando cosas fluff, que a mi no sé me dan nada :ccc .
Comentario del autor/a: Asdf; estoy intentando cosas fluff, que a mi no sé me dan nada :ccc .
❣
Era
una mañana fría como cualquier otra que se pueda esperar en invierno, las
personas salían con gruesos abrigos cubriendo toda la piel que pudieran de los
suaves vientos mientras caminaban por las ahora grises calles de la ciudad, que
de apoco se iban coloreando de rojos, verdes, dorados y muchos más colores.
Pues
la navidad se acercaba.
El
frío no tenía que ser impedimento para que Hyukjae diera inicio con su trabajo,
era uno de los medios con los que se podía costear sus gastos, y era importante
por su discapacidad.
Era
lo que se conocía como un “mimo”, sin palabras y con solamente sus expresiones ofrecía
a los que se quedaban por curiosidad a verle un show que aunque el no omitía palabra
alguna dejaba sonrisas en las personas, dejaba a otros pensando pues no
terminaban de comprender lo que hacía o quería decir con sus actos.
Ahora
en esas épocas su público era un poco más generoso, pues al recoger el dinero
al final el show veía con una sonrisa que era más de lo que en otras épocas del
año le daban por espectáculo.
El frío le calaba en los huesos, su traje a rayas no era lo suficientemente grueso
para quitarle todo el frío que se colaba por su piel, ya estaba atardeciendo,
las persona que pudieran rondar la plaza en donde él se presentaban comenzaban
a retirarse para comer en un lugar más cálido.
Daría
su última presentación del día, comenzando a usar su cuerpo como siempre para transmitir
el mensaje que quería a dar a los que le veían, con su rostro expresaba mucho
más que con las palabras y en sus ojos se leían tantas cosas para el que era
buen observador.
Fue
cuando en medio de formar un cuadrado con sus manos cubiertas por guantes
blancos y fingir estar encerrado dentro, quiso poder hablar.
No
sabe que fue lo que le impulso a pensar de esa manera, solo supo que el chico de
cabellos castaños a quien veía hipnotizado mientras seguía con la presentación
ya de forma monótona, porque sabía de memoria la rutina más que porque quería
seguir con la presentación, de cierta manera le atraía.
Y
le atraía mucho.
Sus
ojos no dejaban de brillar durante todo el espectáculo, solo daba miradas
curiosas, deseosas, de conocer, de querer saber más de ese joven.
Los
aplausos del publico fueron el único distractor que lo saco de sus fantasías,
no sé dio cuenta de que había terminado de hacer su acto y con una sonrisa tímida
luego de ese momento embarazoso, del cual dio gracias de que pocos se enteraron,
quito el sombrero negro que cubría su cabeza y con el en mano dio vueltas
alrededor de las personas para que estás depositaran diferentes cantidades de
monedas dentro.
Fue
cuando llego hasta el joven.
“Es
hermoso”, pensó. Lo era, el brillo de sus ojos no parecía el de un adulto, eran
más traviesos, más dulces, más cálidos.
Y
al mismo tiempo eran tan tristes.
No
supo porque se le removió el corazón y empezó a latir de forma desbocada cuando
el castaño le sonrió.
A
él.
Y
a nadie más.
Deposito
unas cuantas monedas sin desconectar sus miradas desde que estuvieron frente a
frente.
Hyukjae
no sé movía, ni se quería molestar con ello, estaba muy cómodo como estaba.
Como
nunca imagino estarlo.
Y
guiado más que por el impulso que su pensamiento, movió sus labios, rojos por
el frío formando palabras, y luego una frase.
Una
que no se imagino decir, menos a un desconocido.
El
castaño de hermosos ojos fue extendiendo su boca en la más hermosa curva que
Hyukjae pudo ver. El joven le sonreía más hermoso que la primera vez, si eso
podía ser posible y ahora no solo fue el latido de su corazón que parecía tener
una carrera.
Fueron
sus palmas sudando y luego el regresándole la sonrisa bobamente, esa sonrisa en
la que el mostraba sus rosadas encías y sus ojos reían.
Era
una escena normal para los que pudieran pasar y ver a dos jóvenes en medio de
la plaza, viéndose o charlar simplemente.
Para
ambos, era quizás el inicio de algo.
Por
qué Hyukjae aunque no entendiera lo que acaba de hacer, tal vez si entendía que
ese castaño podría hacer un efecto en su vida.
Así
que quien le hizo mover sus labios diciendo esa frase no dicha, fue su corazón
que corría por gritar, por hablar lo que sintió cuando vio al chico de ojos
hermosos.
El
joven de lindos ojos asintió después de tener ese momento mágico donde solo
estuvieron solo ellos dos en el mundo, pronuncio con la voz más bella que
Hyukjae pudo oír.
"Me
llamo Donghae."
Y
de nuevo se sonrieron.
Por
qué aunque Hyukjae era mudo, conocía muchas maneras en las que podía decir lo
que quisiera y así pudo llegar a expresarse con el castaño y transmitir ese
mensaje que gritaba ser dicho.
Aunque
pudo usar sus manos u otras partes de su cuerpo para expresar lo que quería, un
presentimiento le dijo que era mejor formularlo con sus labios.
Y
aunque Donghae fuera sordo, gracias a que la vida le enseño a ser observador, conocía
muchas maneras de entender a los demás, de leerlos y saber que es lo que te
quieren comunicar; leyó en los labios de Hyukjae la confesión no pronunciada.
“Me
gustas”.
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