martes, 22 de octubre de 2013

{EunHae} They know.

Título del fanfic: They know.
Parejas: EunHae.
Tipo: Oneshot
Género: fluff.
Clasificación: G.
Advertencias: Nada, creo.
Declaimer: Shupa Yuniah es una importante boygroupe SM, desafortunadamente estos hermosos-pasivos no son míos y no me queda más que fantasear ;a; .
Comentario del autor/a: Asdf; estoy intentando cosas fluff, que a mi no sé me dan nada :ccc .




Era una mañana fría como cualquier otra que se pueda esperar en invierno, las personas salían con gruesos abrigos cubriendo toda la piel que pudieran de los suaves vientos mientras caminaban por las ahora grises calles de la ciudad, que de apoco se iban coloreando de rojos, verdes, dorados y muchos más colores.

Pues la navidad se acercaba.

El frío no tenía que ser impedimento para que Hyukjae diera inicio con su trabajo, era uno de los medios con los que se podía costear sus gastos, y era importante por su discapacidad.
Era lo que se conocía como un “mimo”, sin palabras y con solamente sus expresiones ofrecía a los que se quedaban por curiosidad a verle un show que aunque el no omitía palabra alguna dejaba sonrisas en las personas, dejaba a otros pensando pues no terminaban de comprender lo que hacía o quería decir con sus actos.

Ahora en esas épocas su público era un poco más generoso, pues al recoger el dinero al final el show veía con una sonrisa que era más de lo que en otras épocas del año le daban por espectáculo.





El frío le calaba en los huesos, su traje a rayas no era lo suficientemente grueso para quitarle todo el frío que se colaba por su piel, ya estaba atardeciendo, las persona que pudieran rondar la plaza en donde él se presentaban comenzaban a retirarse para comer en un lugar más cálido.

Daría su última presentación del día, comenzando a usar su cuerpo como siempre para transmitir el mensaje que quería a dar a los que le veían, con su rostro expresaba mucho más que con las palabras y en sus ojos se leían tantas cosas para el que era buen observador.
Fue cuando en medio de formar un cuadrado con sus manos cubiertas por guantes blancos y fingir estar encerrado dentro, quiso poder hablar.

No sabe que fue lo que le impulso a pensar de esa manera, solo supo que el chico de cabellos castaños a quien veía hipnotizado mientras seguía con la presentación ya de forma monótona, porque sabía de memoria la rutina más que porque quería seguir con la presentación, de cierta manera le atraía.

Y le atraía mucho.

Sus ojos no dejaban de brillar durante todo el espectáculo, solo daba miradas curiosas, deseosas, de conocer, de querer saber más de ese joven.

Los aplausos del publico fueron el único distractor que lo saco de sus fantasías, no sé dio cuenta de que había terminado de hacer su acto y con una sonrisa tímida luego de ese momento embarazoso, del cual dio gracias de que pocos se enteraron, quito el sombrero negro que cubría su cabeza y con el en mano dio vueltas alrededor de las personas para que estás depositaran diferentes cantidades de monedas dentro.

Fue cuando llego hasta el joven.

“Es hermoso”, pensó. Lo era, el brillo de sus ojos no parecía el de un adulto, eran más traviesos, más dulces, más cálidos.

Y al mismo tiempo eran tan tristes.

No supo porque se le removió el corazón y empezó a latir de forma desbocada cuando el castaño le sonrió.

A él.

Y a nadie más.

Deposito unas cuantas monedas sin desconectar sus miradas desde que estuvieron frente a frente.

Hyukjae no sé movía, ni se quería molestar con ello, estaba muy cómodo como estaba.

Como nunca imagino estarlo.

Y guiado más que por el impulso que su pensamiento, movió sus labios, rojos por el frío  formando palabras, y luego una frase.

Una que no se imagino decir, menos a un desconocido.

El castaño de hermosos ojos fue extendiendo su boca en la más hermosa curva que Hyukjae pudo ver. El joven le sonreía más hermoso que la primera vez, si eso podía ser posible y ahora no solo fue el latido de su corazón que parecía tener una carrera.

Fueron sus palmas sudando y luego el regresándole la sonrisa bobamente, esa sonrisa en la que el mostraba sus rosadas encías y sus ojos reían.

Era una escena normal para los que pudieran pasar y ver a dos jóvenes en medio de la plaza, viéndose o charlar simplemente.

Para ambos, era quizás el inicio de algo.

Por qué Hyukjae aunque no entendiera lo que acaba de hacer, tal vez si entendía que ese castaño podría hacer un efecto en su vida.

Así que quien le hizo mover sus labios diciendo esa frase no dicha, fue su corazón que corría por gritar, por hablar lo que sintió cuando vio al chico de ojos hermosos.

El joven de lindos ojos asintió después de tener ese momento mágico donde solo estuvieron solo ellos dos en el mundo, pronuncio con la voz más bella que Hyukjae pudo oír.

"Me llamo Donghae."

Y de nuevo se sonrieron.



Por qué aunque Hyukjae era mudo, conocía muchas maneras en las que podía decir lo que quisiera y así pudo llegar a expresarse con el castaño y transmitir ese mensaje que gritaba ser dicho.

Aunque pudo usar sus manos u otras partes de su cuerpo para expresar lo que quería, un presentimiento le dijo que era mejor formularlo con sus labios.


Y aunque Donghae fuera sordo, gracias a que la vida le enseño a ser observador, conocía muchas maneras de entender a los demás, de leerlos y saber que es lo que te quieren comunicar; leyó en los labios de Hyukjae la confesión no pronunciada.



“Me gustas”.

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