martes, 7 de enero de 2014

{HanChul} This is...

Título del fanfic: This is.
Parejas: HanChul
Tipo: oneshot.
Género: Fluffy/ghei.
Clasificación: Todo público.
Comentario del autor/a: Errr disfruten xd.
Descripción: Heechul no apreciaba, ni quería a Hangeng, tampoco lo tomaba como alguien especial, entonces ¿por qué?
Declaimer: Super Junior es una importante boygroup de SM, desafortunadamente estos hermosos no son míos y no me queda más que fantasear ;a; .





♡;; This is…


Cambié el bolso de libros a mi hombro izquierdo, estaba agotado pues todo el estrés de la semana lo había acumulado y lo único que quería era  llegar a mi casa, encerrarme en mi habitación y no saber de nadie hasta el sábado por la tarde.

Pero no, ahí estaba yo en la entrada de la escuela esperando por mi amigo, uno al que le propinaría un fuerte golpe en cuanto estuviera a la vista.

¿Por qué tardaba tanto?, ya hace más de veinte minutos que las clases terminaron y él no salía, me empecé a exasperar, odiaba que me hicieran esperar pero ni siquiera tengo una razón del porque sigo aquí parado como idiota, mirando a los edificios y a los pocos estudiantes retardados cuando me pude haber largado en cuanto se tardara cinco minutos.

Quizás le tenía aprecio al inútil, quizás.


— Hey, Heechul-ssi lo siento mucho, un profesor me pidió ayuda para cargar su material hasta su auto, pero no me imaginé que fuera a hacer tanto y… .—Le corte el rollo empezando a caminar, no necesitaba explicaciones, ni las quería oír, llevaba parado como estúpido por media hora y se me empezaban a entumir los pies. Ah sí, me voltee bruscamente y Hangeng paro en seco con una cara de espantado que me hizo hacer una pequeña sonrisa.

— No seas tarado Hangeng, es más que obvio que el profesor solo se aprovecho de tu ingenuidad y te cargo como burro por no tener los huevos para negarte y decirle que alguien a quien detesta hacerle esperar estaba como un idiota haciéndolo; esperando. — Okay dicho, no fue exactamente un golpe, pero fue lo que me nació, como no daba respuesta solo opte por continuar caminando hasta que al otro se le pasará la garrotera.

— ¿E-estás enojado? . —Me dijo en cuanto llego a mi lado, le di una mirada de reojo y vi sus ojos de cachorro regañado, rodé mis ojos.

— No Hangeng, estoy rebosando de la felicidad que no cabe en mí por tener mis piernas entumidas. —Sonreí sarcásticamente, Hangeng debería ser alguien realmente muy especial para que no le tomara por su precioso cuello y lo arrojara contra el pavimento en un movimiento de esos cool de las películas de artes marciales.

— Oh… lo estás. —Oh no, no, el puchero de crío berrinchudo no. Suspiré, inhala y exhala Heechul, no quieres terminar en la cárcel antes de acabar la universidad.

— No Hangeng, no lo estoy ¿sí?, solo no me hagas esperar una vez más o te dejaré tirado cuando el profesor intente hacerte cargar una pizarra al auto. — Sonrió, o fue lo que alcancé a ver de reojo, si quería en contentarme que le costara.

— Okay lo prometo. —Volvió su vista al frente, seguimos así en silencio por las calles Seoúl caminando uno al lado del otro, la manga de su chaqueta izquierda rozaba levemente contra la derecha mía. Empezaba a hacer frío y maldecía a Hangeng en mi mente por hacerme esperar y ahora estaba calándome el viento en la garganta.

Estúpido Hangeng, él traía una bufanda, lo vi como perra rabiosa unos momentos, debió sentir mi mirada y me miro con clara  confusión mientras seguía penetrándole con la mirada a sus ojos, a ver si así llegaba hasta su cerebro y le hacía ‘cariñosos’ estrujones hasta hacerlo pensar. Al parecer funciono porque dio un leve salto y sus ojos se agrandaron todo lo que podía.

Oh sí, debía de querer al tipo este.

— L-lo siento Heechul-ssi. —Paro su andar de repente y yo lo hice tres pasos más adelante para girar lentamente, ahora era yo quien estaba confundido. Vi como sus manos subieron hasta su cuello y desenredaban la prenda roja de este, caminó lo suficiente para estar delante de mí y estiro sus largos y delgados brazos hasta mi cuerpo.

Abrí un poco los ojos al notar lo que estaba haciendo. Acomodó cuidadosamente la bufanda alrededor de mi cuello, satisfecho por su trabajo me sonrió de esa manera que hace que sus ojos se hacen dos líneas. No sé por qué, pero mi corazón dejo su pausado palpitar por uno más rápido.

— Umm, amm bueno sigamos. —No sabía que decir exactamente, pero fue lo único que salió de mi boca luego de la impresión.

— Heechul-ssi. —Me dijo una vez que volvió al andar y llegar hasta mi lado.

— ¿Umm? . —Ya estaba calmado, pero no tenía la gana de voltear.

— ¿Vamos a mi casa y vemos alguna película?

— Umm, como sea, si tienes algunas cervezas… .—Sonrisa de nuevo, ¿no sé cansaba?, pero no me quejo.

Espera, lo estoy haciendo.

— Sí, las tengo. —Me miró divertido, sí terminé volteando a verlo después de todo. Para cuando me di cuenta estaba devolviéndole la sonrisa.

Todo el enojo que traía se disipó, así como mis planes de dormir hasta el sábado en la tarde.
Fue cuando llegamos al frente de su casa y entramos a esta para pasar un buen rato, quizás  me quedaría a dormir, hasta que di con las razones a varias cosas.

Yo no apreciaba a Hangeng.


Tampoco es como si fuera muy especial.


Y mucho menos lo quería.


La razón por la que continuáramos juntos todo este tiempo quizás era la más absurda y rozaba lo cursi para una persona como yo. Pero me parecía bien y sensata ya que cubría todo lo que yo sentía.
Era algo más allá de lo que pudiera sentir por alguien. Algo más que el cariño que se le tenía a un amigo, a un hermano o a tu mascota. Esto era así.



Yo amaba a Hangeng.


3 comentarios:

  1. Lo putoame!!! Lo adore!!! Casate conmigo y dame Hanchul ;-; <3 hermoso hanchul, haz mas!!

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  2. Y yo amo que adores el HanChul. Gracias. Gracias.
    Bufanda...roja. El color de Hee.

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