{HaeHyuk} Replay.

Título del fanfic: Replay.

Parejas: HaeHyuk.

Tipo: Oneshot

Género: idk.

Clasificación: porn ahqué.

Advertencias: nothing.drogas

Comentario del autor/a: Estoy sin office, o sea, me mato con bloc de notas D:

▲ R E P L A Y ▲

Se aferraba, se acariciaba, sudaba.

Se estremecía, se desesperaba, sufría.

Se sofocaba, se mareaba, terminaba.

Su visión dejó de enfocar al hermoso hombre que siempre le robaba el aliento en cuanto comenzaba su estado de hipnosis al bailar en ese club. Tropezando y golpeando a varias personas se hizo paso hasta que dio con la ya tan conocida mesa donde estaba el vendedor de toda cosa que pudiera ponerlo más feliz.

Pero sorpresa, no estaba.

Hyukjae dio vueltas con su mirada al establecimiento buscándolo, no podía estar muy lejos pues ni a su segunda dosis de la noche llegaba. Y lo necesitaba.

Mucho, ahora.

La música que inundaba el lugar no ayudaba mucho a sus sentidos que poco despiertos estaban, necesitaba encontrar al tipo rápido para poder seguir sonriéndole a su amor imposible.

Pronto, aunque viendo doble, dio con el hombre. Yendo hacia el tipo con el paso más veloz que pudo entre tantas personas, logró entrar en el foco de visión del proveedor, este al tenerlo cerca le entregó lo de siempre, lo acostumbrado. Pues ya era un cliente frecuente.

Un adicto.

Uno más.

Necesitaba algo con que pasarlo, su garganta estaba muy seca, se atragantaría si lo intentaba así. Chocando con más cuerpos desconocidos, en algún momento llegó a la barra pidiendo una bebida sencilla, no le importaba, con tal de poder tener lo que esas pastillas pudieran contener pronto. De nuevo, en su interior.

Antes de que dejara de verlo por completo, para tenerle fresco frente a él por más tiempo.

Una hora o más, no importaba. El tiempo no importaba mientras sintiera toda la alegría y felicidad embriagándole, haciéndole bailar, una y otra vez.

Tenerlo tocando todo de sí, tener a ese hombre abrazándolo y susurrándole al oído con una voz profunda y que hacía que cada parte de su cuerpo resonara.

El que hacía que su ser estuviera completo.

Una y otra vez.

Se restregaban el uno al otro, no importaba si miradas de desconocidos se posaran en ellos, viéndoles con morbo o con asco.

No importaba, nada lo hacía porque este era su momento de estar juntos.

Su único momento.

Antes de que la ilusión de las drogas arrastraran a Hyukjae de nuevo al mundo real. Donde no todo era tan bello como ese momento.

La música continuaba cambiante, nunca cesando pero si alentando su ritmo, para después pasar a melodías que llenaban de ambiente a las demás personas.

Cuerpos colisionando, suspiros, sonrisas. Complicidad en las miradas de ambos.

Para Hyukjae ver a Donghae le transmitía alivio, el que se estuvieran tocando y besando era algo mucho más intimo, era algo que sólo podían sentir si se compartía entre ellos dos.

Siempre parecía que los sentidos de Hyukjae dejaran de percibir todo a su alrededor para sólo contemplar a Donghae con toda la intensidad que podía emanar estando a su lado.

Le acariciaba los cabellos de un tono naranja, le succionaba la dorada piel del cuello, le susurraba cosas socias al oído, y él en cambio sentía el aliento del suspiro caliente que este soltaba por todo su rostro.

Donghae no lo soltaba, lo tenía muy pegado a él chocando su pecho con la espalda de Hyukjae mientras todo lo demás fluía.

Jadeaban, gemían bajito mientras sus caderas se molían en círculos, no importaba si el movimiento no iba de acuerdo con la canción que sonara.

Nada, nada lo hacía.

Lo repetían más veces, una tras otra.

Donghae pellizcaba los ya erectos pezones de Hyukjae por sobre la tela, Hyukjae chillaba de gozo y alentaba al otro a continuar con el acto.

Se mordían los labios, las lengua chupaban para luego succionar con gula.

Los suspiros eran más y más pesados, sus alientos calientes chocaban y sus penes punzaban. Estaban cerca.

Y luego, todo era estrellas y fuegos artificiales tras los parpados cerrados.

El amanecer estaba por llegar en algunas horas, y con ello el establecimiento se empezaba a vaciar de poco en poco, Hyukjae sintiendo que su cuerpo no daba para continuar el ritmo de la música y que sus ojos se cerraban decidió que ya era momento de marcharse, con Donghae apretándolo contra su cuerpo en un abrazo por la espalda tomaron camino hasta su casa.

Donde al dar paso al siguiente día Hyukjae volvería a la realidad que tanto empezó a odiar en cuanto probó lo que era sentirse feliz gracias a las drogas.

Y que repitió una y otra y otra vez.

En la realidad donde volvía a despertar solo, sin nadie a su lado.

A la realidad donde Donghae no existía.

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Carliee hizo de mi sabia, perdona si no corregí o no quedo taaaan lindo, gracias besha' <3.